Rostros de Bandung, Indonesia

Vivimos en un mundo tan dinámico, tan único, tan integrado que lo olvidamos….olvidamos que cada persona es única, especial a su manera…que somos la perfecta combinación química y física que nos da ese toque “singular”…difícil de duplicar.

Al observar cada vida nos damos cuenta de cuan pequeño es el mundo y de cuán importante es saber apreciar la vida y nuestro ser tal y como son…a cualquier edad y en cualquier ambiente.

No somos nuestro pasado, ni las “etiquetas” del ambiente bajo el cual nos tocó vivir…solo somos una luz del presente iluminándonos en quien queremos llegar a ser…en quien decidimos ser.

Aprendemos algo de quienes nos encontramos por la vida, el valor de esa lección no tiene precio. Al observar cada vida nos damos cuenta lo conectados que estamos y lo hermoso que es que un día Dios nos permita encontrarnos…como también lo fue el haber encontrado mis amigos blogueros.

Algunos físicos dicen que somos polvo de estrellas y quizás es verdad, si podemos tocar ese interno ser que no brilla hacia el exterior sino por los ojos que son la ventana de nuestra alma nos daremos cuenta que por dentro somos .......estrellas.

“Tu verdadero yo, que es tu espíritu, tu alma, es completamente libre. Es inmune al criticismo, no le teme a ningún reto y no se siente inferior a nadie. Y aun así es también humilde y no se siente superior a nadie, porque reconoce que cualquier otro individuo también es el mismo ser, el mismo espíritu en diferentes cuerpos”

–Deepak  Chopra-