El anterior fin de semana la pase contentísima
en el jardín botánico de Bogor, este queda a solo dos o tres horas de donde vivo.
Me gusto pasear por sus románticos caminos rodeados de enormes árboles y poder
disfrutar del canto de aves aunque a decir verdad solo pude sacarle la foto a
un pajarito amarillo que fue el único que cedió posar, siendo que el parque
cuenta como 80 hectáreas me pareció una tontería no poder ver más aves, solo
escucharlas…sospechoso, ellas me podían ver pero yo no podía verlas…¿no es injusto?
Uno de los árboles de algodón dejó todo el césped
cubierto de algodones blancos como un cuento de hadas pero no me salió la foto
como hubiese deseado, creo me falto el lente panorámico…en otra será.
En el lugar se puede apreciar el llamado
palacio de Bogor que es donde se firmó un acuerdo entre el Asia y África hace
como 50 años atrás; bueno quedo en la historia sin muchos avances me parece.
Finalmente me costó fotografiar a una curiosa libélula que jugueteaba con una
flor de loto bebe…sin embargo al final le saque la foto cuando menos lo
esperaba ji ji ji….esto me recuerda a un amigo budista que me decía que la flor
de Lotus significaba la pureza y belleza espiritual pues el alma no pierde su
belleza ante cualquier circunstancia…así como la flor crece aun en medio de un
pantano.