De
toda mi estadía en Yogyakarta, mi visita al templo Prambanan se llevó la copa
de oro. Quizás por mi estado de ánimo al momento o porque sentí mucha paz en el
corazón al visitarlo y al irme mientras el templo se vestía de rojo con un
hermoso atardecer que me permitió vivir el momento plenamente.
Este
templo hindú es hermosísimo, sus decorados, relieves y construcción en si son
dignos de admirar. Este templo data del siglo IX y es un homenaje a Dios en sus
diferentes formas o si quieres estados de acción, como cuando crea algo (La
tierra, el universo, la naturaleza?), cuando destruye (Lo material, la maldad,
el dolor?) y cuando lo protege (El amor, la paz, la libertad?). O lo que se llamaría
“Brahma, Shiva y Visnú”. Este templo ahora constituye un patrimonio mundial
gracias a la UNESCO.
Yo
solo visite la parte central con algunas construcciones como capillas de piedra
pero cuando fue creado se realizaron 240 capillas!...Lastimosamente una parte
se derrumbó debido al terremoto del 2006 y aunque a la fecha se realizaron
muchas renovaciones aun parece que falta mucho por hacer.
En
una de las fotos me gusto tomar una parte del templo con el avión quizás por el
homenaje a las culturas del pasado y las huellas que quedan con el venir de lo nuevo, presente y la modernidad…
Aquel
día regrese de noche a Prambanan después de ducharme en el hotel porque me
invitaron a ver un ballet sobre Ramayana que se iba a realizar en este templo
durante la noche, increíble al parecer la historia de Ramayana me persigue ja
ja ja no me la esperaba pero me encanto…..ohh ese ballet lo dejare para el próximo
post….